Sora2 revoluciona la generación de vídeo, pero enfrenta desafíos legales y éticos
La innovadora herramienta de OpenAI supera las expectativas de adopción, pero su uso plantea interrogantes sobre derechos de autor y el respeto a la imagen de personas fallecidas.

OpenAI ha lanzado una bomba en el mundo de la inteligencia artificial con Sora, su nueva herramienta de generación de video a partir de texto. En menos de cinco días, Sora ha acumulado más de un millón de descargas, superando incluso el ritmo de adopción inicial de ChatGPT, un hito que subraya el creciente apetito del público por herramientas creativas impulsadas por la IA. (Fuente: BBC News)
Sora permite a los usuarios generar videos realistas de diez segundos a partir de simples indicaciones de texto, abriendo un abanico de posibilidades creativas. Sin embargo, la popularidad de la herramienta no ha estado exenta de controversia. La capacidad de Sora para crear videos con representaciones de figuras públicas fallecidas, como Michael Jackson y Tupac Shakur, ha generado críticas y preocupaciones sobre la infracción de derechos de autor y el uso indebido de la imagen de personas fallecidas.
Inicialmente, OpenAI defendió la creación de estos videos bajo el argumento de "fuertes intereses de libertad de expresión" al permitir la representación de figuras históricas. No obstante, tras una emotiva petición de Zelda Williams, hija del fallecido Robin Williams, la compañía implementó una política para permitir la solicitud de eliminación de representaciones de figuras públicas recientemente fallecidas.
La rápida adopción de Sora ha puesto de manifiesto la necesidad de un marco legal y ético claro para la inteligencia artificial generativa. La reciente demanda de 1.500 millones de dólares presentada contra Anthropic, alegando robo de obras de autores para entrenar sus modelos de IA, ilustra la complejidad de este panorama legal. OpenAI está explorando soluciones como proporcionar a los titulares de derechos un mayor control sobre la generación de personajes e incluso implementar un modelo de reparto de ingresos.
"Estamos aprendiendo del feedback de los usuarios y trabajando para abordar estas preocupaciones", afirmó un portavoz de OpenAI. La compañía reconoce la importancia de equilibrar la innovación con la responsabilidad y el respeto por los derechos de autor.
El futuro de Sora dependerá de la capacidad de OpenAI para navegar por estos desafíos legales y éticos, establecer acuerdos con los titulares de derechos y demostrar un enfoque responsable en el desarrollo y despliegue de esta poderosa tecnología. La controversia actual subraya la necesidad de un diálogo continuo entre los desarrolladores de IA, los creadores de contenido y los legisladores para garantizar que la innovación en este campo se realice de manera ética y sostenible.
La rápida adopción de Sora demuestra el potencial transformador de la IA en la creación de contenido, pero también pone de relieve la necesidad de una regulación y una reflexión profunda sobre sus implicaciones. El debate está abierto y el futuro de la IA generativa está lejos de estar definido.